La huella valenciana en la Ruta de la Seda: Ibn Yubair

La Ruta de la Seda es el nombre con el que identificamos todo un entramado de circuitos recorridos por seres humanos de diferente procedencia y en el que la geografía toma un papel protagonista a través del cual ordenar las relaciones. En diferentes épocas, distintos ilustres valencianos entraron en contacto con esas rutas y aquí están algunas de las experiencias que nos transmitieron.

Ibn Yubair en una litografia

Ibn Yubair Abu Al-Hassan Muhammad Ibn Ahmad Ibn Yubair Al-Kinani al-Andalusi Al-Balansi, nacido en Balansiya (València) o Madina Satiba (Xàtiva) en 1145, al escribir las impresiones de su viaje y redactarlas cuidadosamente se convirtió en el siglo XII en el fundador del género literario de las letras arábigas conocido como la rihla o relación de viaje.

Ruta del primer viaje de Ibn Yubair a Asia

Pronto este viaje modélico sería considerado la obra maestra del género, siendo imitada durante siglos pero sin llegar a ser igualada. Ninguno de sus seguidores nos ha transmitido un cuadro tan acabado y tan vivo de los principales tramos de la Ruta de la Seda a su paso por el Oriente árabe (Alejandría, El Cairo, La Meca, Bagdad, Damasco...). Ninguno ha dejado descripciones más precisas de los lugares visitados ni ha evocado de forma tan personal los hechos y los actos de los hombres. Y es que esta rihla, además de su gran valor literario, es una de las fuentes más importantes y fiables con que cuenta el historiador para conocer el estado en que se encontraba Oriente Próximo, la Sicilia normanda y las condiciones de la navegación en el Mediterráneo del siglo XII.

Ibn Yubair, creador de la rihla o crónica de viajes

En su visita a la Meca en el año 1183 la describe adornada con motivos en "sedas rojas y verdes, con versos coránicos bordados en ellas". En otro pasaje nos narra la riqueza de algunos alojamientos para comerciantes "con bancos de piedra, que se distribuyen con alfombras, donde se encuentran los empleados cristianos de la aduana con sus tinteros de ébano adornados con oro. Escriben en árabe, lengua en la que también se expresan". También lo es para el etnólogo, por ser en sí mismo un documento único de un testigo ocular atento al espectáculo y a las condiciones de las gentes de su tiempo. Es apasionante ver "cómo queman las llamas de la discordia" entre las armadas cristiana y musulmana cuando se trata de política; mientras entre ellos los viajeros y comerciantes van y vienen sin interferencia".

Publicado por Miquel Boix, presidente de la Asociación Valenciana Asiática, en 20 Minutos.

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